Un accidente con una bebida dentro del coche puede dejar un recuerdo desagradable por varios días: el olor persistente a alcohol. Ya sea vino derramado en el asiento del copiloto o cerveza abierta en el maletero, el interior del vehículo puede quedar impregnado de un aroma difícil de eliminar.
La razón por la que el olor a alcohol tarda en desaparecer tiene que ver con la química del etanol y la porosidad de los materiales del coche. Telas, espumas y alfombrillas absorben compuestos volátiles con facilidad, lo que dificulta la ventilación natural.
Según una nota publicada por medios rusos, el olor a alcohol puede durar entre 24 y 72 horas si el coche se ventila adecuadamente. En casos más graves, puede persistir más de una semana.
La duración depende de factores como temperatura, cantidad de líquido, tipo de superficie afectada y rapidez de respuesta. En días calurosos, el olor se intensifica y puede volverse más difícil de manejar.
Para eliminarlo, se recomienda absorber el líquido inmediatamente con papel o un paño seco, sin frotar. Luego, aplicar vinagre diluido, bicarbonato o productos específicos para tapicería automotriz. También es útil dejar el coche ventilado o expuesto al sol.
Otros remedios incluyen colocar carbón activado, bolsas anti-humedad o café molido para neutralizar el olor. Si el aroma persiste, lo más recomendable es realizar una limpieza profesional con vapor o productos enzimáticos.
Un detalle curioso es que muchos conductores temen que el olor a alcohol sea malinterpretado en un control policial. Aunque no es ilegal, puede generar molestias innecesarias — más un motivo para actuar rápido y eliminarlo por completo.