Frente a sequías crecientes y crisis hídricas globales, cualquier fuente natural de agua es motivo de esperanza. Y ahora, científicos han descubierto una enorme “esponja” subterránea capaz de alimentar ríos y abastecer ciudades enteras.
Se trata de una formación geológica porosa compuesta por antiguas rocas volcánicas, que actúan como un depósito natural: retienen agua de lluvia y deshielo, liberándola poco a poco durante semanas o meses.
Según un informe del portal Earth.com, este fenómeno fue hallado en la cordillera de las Cascadas (EE. UU.), donde sustenta ríos incluso en épocas secas.
Gracias a este flujo lento y constante, se mantiene la humedad ambiental y se protege la biodiversidad, sin necesidad de represas ni grandes obras.
La Tierra aún guarda soluciones silenciosas a grandes desafíos — y depende de nosotros reconocerlas, protegerlas y aprender de ellas.