Un hallazgo reciente está sorprendiendo a la comunidad científica: una galaxia espiral muy parecida a la Vía Láctea fue detectada… pero con más de 11 mil millones de años de antigüedad.
Se trata de Ceers-2112, una formación con brazos espirales definidos, típica de galaxias más “maduras”, que no se esperaban en una etapa tan temprana del Universo.
Según el medio Daily Sabah, la observación fue posible gracias al telescopio James Webb, que permitió captar detalles nunca antes vistos.
Está a miles de millones de años luz, pero su estructura recuerda a la Vía Láctea: disco central, brazos espirales y simetría. Una “hermana” inesperada que obliga a repensar las cronologías del cosmos.
Parece que cuanto más retrocedemos en el tiempo, más versiones del presente encontramos — hechas de polvo, luz y estrellas.