La “grasa del general” es una receta clásica del Este de Europa: grasa de cerdo con carne, curada con ajo, pimienta y especias. Sencilla, sabrosa y perfecta para climas fríos, esta preparación conquista por su intensidad.
Se trata de una forma tradicional de conservar el cerdo, que además potencia su sabor y textura. Se sirve en rebanadas finas, con pan oscuro o como tapa fuerte para acompañar un trago.
El equilibrio entre sal, ajo fresco y laurel le da un aroma profundo y un sabor inconfundible. No necesita cocción — solo paciencia y buenos ingredientes.
Según indica el portal Pravda, esta receta es parte de una tradición campesina que hoy vuelve con fuerza en cocinas que valoran lo artesanal.
Por cierto, a veces los sabores más potentes vienen de las recetas más simples. Esta es una de ellas.