Durante años fue vista como algo anticuado o solo para casas rurales. Pero la manta acolchada ha vuelto a ganar espacio en dormitorios modernos y elegantes.
Su textura suave, costura visible y aspecto cálido la convierten en una pieza clave tanto para el descanso como para decorar.
Según un artículo publicado por Pravda, la preferencia por textiles naturales y capas transpirables ha impulsado el retorno de esta manta práctica y versátil.
Ventajas de una buena manta acolchada
Confort térmico: abriga sin sofocar, ideal para todo el año.
Diseño con textura: la costura en rombos o líneas añade relieve visual.
Uso múltiple: cama, sofá o como cobertor decorativo.
Cómo elegirla bien
Elige rellenos naturales: algodón, bambú o lana ligera.
Verifica que la costura sea firme y duradera.
Colores neutros para ambientes elegantes, o estampados para destacar.
Consejos de uso y cuidado
Lavar con agua fría y detergente suave.
Secar al aire para mantener forma y suavidad.
Combinar con cojines o mantas en la misma paleta cromática.
Hay cosas que vuelven porque nunca dejaron de funcionar. Y una buena manta acolchada es abrigo, decoración y bienestar en un solo gesto.
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