Una sábana gastada no es basura — es un recurso que aún puede ser útil si la miras con creatividad. Con unos cuantos cortes y costuras, se convierte en soluciones prácticas para el hogar.
Desde proteger muebles hasta cubrir plantas o crear juguetes, el tejido usado puede tener muchas segundas vidas antes de convertirse en desecho.
Según explica el portal Pravda, reaprovechar textiles es una forma sencilla y efectiva de practicar un consumo más consciente.
¿Qué hacer con tus sábanas viejas?
Fundas: para sofás, estantes, maletas o ropa guardada.
Bolsas: para guardar zapatos, cebollas, juguetes o ropa sucia.
Textiles nuevos: cortinas, manteles, fundas de almohada.
Limpieza: paños para ventanas, polvo, cocina o baño.
Huerto: como cobertura de plantas contra el frío o el sol.
Juguetes: muñecos de trapo, banderines o libros táctiles.
Consejos para prepararlas
Lávalas bien y plánchalas para higienizar;
Corta con cuidado y remata los bordes para mayor duración;
Si están muy rotas, úsalas como trapos de limpieza.
Ventajas ecológicas
Menos residuos textiles;
Reducción de consumo y microplásticos;
Fomento del reciclaje doméstico y la creatividad.
Porque a veces lo que necesitas ya está en casa. Solo hay que dejar de verlo como basura — y empezar a verlo como oportunidad.
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