Muchos temen la contaminación exterior, pero pocas personas sospechan de los peligros que se esconden dentro de casa. Muebles antiguos, cortinas, velas y plásticos pueden estar liberando sustancias tóxicas sin que lo notes.
Los llamados COV (compuestos orgánicos volátiles) se acumulan en ambientes cerrados y provocan síntomas como fatiga, dolor de cabeza, alergias e incluso alteraciones hormonales.
Lo más peligroso: muchos de estos productos no tienen olor, o huelen “bien”, lo que los hace pasar desapercibidos. Pero no por eso son menos dañinos.
Un estudio reciente reveló que los objetos más tóxicos en casa son también los más usados — aunque por suerte hay formas sencillas de reducir su efecto.
Objeto | Peligro | Alternativa |
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Sofás con espuma vieja | Retardantes de llama liberados | Modelos sin compuestos tóxicos |
Ambientadores en spray | Solventes y alérgenos | Ventanas abiertas o aceites naturales |
Cortinas plásticas | Ftalatos y químicos de vinilo | Algodón, lino u otros naturales |
Velas perfumadas | Formaldehído y tolueno | Cera vegetal sin fragancia |
Un dato útil: las plantas como potus, lirio de la paz o lengua de suegra pueden ayudar a limpiar el aire sin químicos — y embellecen el hogar.