Un enorme alce fue visto caminando tranquilamente por las calles de una ciudad canadiense. Lo más impactante: no huía, no se mostraba nervioso, ni evitaba a las personas o los vehículos.
El animal — que puede superar los 600 kg — parecía simplemente curioso, deteniéndose incluso a observar a los transeúntes antes de continuar su recorrido.
Un comportamiento así, tan distante de la reacción típica de la fauna salvaje, ha despertado tanto admiración como preocupación entre los especialistas.
Según este informe sobre el caso del alce urbano, este tipo de encuentros son cada vez más frecuentes — y no siempre son una buena señal.
Conducta | Posible motivo |
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Camina sin miedo | Acostumbrado a la presencia humana |
No reacciona a ruidos | Habituado a entornos urbanos |
Observa personas | Curiosidad, búsqueda de alimento |
Dato curioso: aunque parecen tranquilos, los alces pueden ser impredecibles si se sienten acorralados. La convivencia urbana con grandes mamíferos requiere precaución.