Usar buenos productos no basta si los aplicas en el orden equivocado. Muchos errores de rutina facial se deben a esto — y no a la calidad de los cosméticos.
El principio es claro: los productos más ligeros deben ir primero, para que se absorban bien. Luego se aplican los más densos, que sellan lo anterior.
Un grupo de capuchinos adoptó a una cría huérfana de mono aullador en la selva. El evento nunca antes documentado plantea nuevas preguntas sobre la empatía animal.