Todos hemos sufrido junto a un pasajero ruidoso, invasivo o sin sentido común. En viajes compartidos, cada gesto cuenta para hacer la experiencia más soportable (o no).
Lo que para uno puede ser normal, para otro es invasivo. Por eso, entender las reglas no escritas del buen pasajero es clave — sobre todo en trayectos largos.
Según un listado compartido por Pravda, estos son los hábitos que más irritan a otros viajeros — y cómo evitarlos con un poco de empatía.
Usa audífonos, mantén tu espacio contenido y evita aromas fuertes. Si vas con niños, prepárate con juegos tranquilos. Y ante todo: sé amable.
Viajar bien es cuestión de respeto mutuo. No hace falta ser perfecto, solo pensar un poco en los demás.
Y si alguna vez compartiste asiento con alguien educado y silencioso, sabes: ese pasajero hace que el viaje valga la pena.